
El Dios Bueno y el Dios Malo.
El Dios Bueno y el Dios Malo se entrevistaron en la cima de la montaña.
– Buenos días, hermano -dijo el Dios Bueno. El Dios Malo no contestó el saludo.
El Dios Bueno prosiguió:
– Estás hoy de mal humor.
– Sí -dijo el Dios Malo-, porque últimamente me confunden contigo, me llaman por tu nombre y me tratan como si fuera tú, y esto me desagrada mucho.
– Pues has de saber que también a mi me han llamado por tu nombre -dijo el Dios Bueno.
Al oir esto, el Dios Malo siguió su camino, y se fue maldiciendo la estupidez de los hombres.
Extraído de “El loco” (1918) de Khalil Gibran.